Vivo a GMT más doce, o sea cuando es mediodía en Greenwich (Inglaterra) aquí son las doce de la noche. Quizás seas más familiar con Santiago; cuando es mediodía en Santiago aquí son las 4 de la mañana de mañana. Me gusta decir que tengo el secreto del futuro: números ganadores de la lotería (5, 8, 9, 14, 16 y 29, por si acaso), las primeras planas de los diarios del día siguiente, hechos que cambian el curso de la historia, o cosas pequeñas como si va a llover mañana. Puedo decir que La Cuarta viene con unas vedettes con los pechos al aire, apenas cubiertos con letras que dicen ’subió el pan’. Con dieciséis horas de anticipación sé todo esto y más.

Pero es mentira, las etiquetas que llamamos horas y tiempo son tremendamente relativas. Y tus diez de la noche y mi mediodía de mañana son lo mismo: sólo punto de vista y estar al lado opuesto del planeta no concede super poderes o una ventaja. No sé ni más ni menos, y no he ganado la lotería; pero créeme, algún día esos van a ser los números ganadores. Una gran diferencia, celebramos año nuevo antes que el resto del planeta.