En estos días de ataques a las verdades, manipulación de imágenes y videos insólitos, busco un punto de vista equánime. Que llamen al pan pan y al vino vino, sin pelos en la lengua, pero con compasión por el prójimo. Menos repartir miedo, más informar con conciencia, más impulsarnos a cambiar lo necesario. Pero me encuentro con que

El Mercurio miente.
La Estrella de Chiloé miente.
El Manawatu Standard miente.
El Aragüeño miente.
La Opinión Austral miente.

Del primero lo hemos sabido hace más de cinco décadas, de los otros, bueno, de a poco uno se va dando cuenta. Pan y circo, o quizás fonda y circo, para vendernos una cosa más mientras el calor y la sequía consume los árboles lentamente.