Vienes tarde otra vez, como tren de carga

Author: Marcelo Page 8 of 13

A puerto seguro

Flamante en la calle viajando a 50 k x h.

A puerto seguro me digo.

De pronto un camión sale de no se donde.

Se incrusta en mi parabrisas.

Se infla el AirBag y no re cuerdo mucho más.

Al salir te dije que me iría despacio para llegar a puerto seguro.

Nada que hacer con estos malditos idiotas protegidos por sus corazas de bondad!

Dardo

Ya está el invierno instalado afuera. Hace frío.

Los rayos de sol por la ventana son un descanso breve a este extraño invierno donde la última lluvia de cambio climático mojó más de lo deseado.

Algunas actividades de invierno me sacan de la rutilante rutina. La mora corre a mi alrededor y mueve su cola de invierno.

Ya está el invierno instalado afuera y yo sigo como congelado por el último verano.
Dardo climático. Dardo en la pared,
en la chimenea o clavado en mi hombro.

Dardo decaído y convaleciente. Amotinado frente al número 100.

Profeta de puntería seca.

Frutales en la feria guardados en cajas plásticas esperando una pinchada de mujer de pasillo y de pasada. De almuerzo con mantel a diseño experimental.

Dardo que recorres la jungla y la savana imperial detrás de un rino a ceronte.

Hasta aquí llega tu viaje, parado por mi aliento a fin de semana, perdido en fin de semana secada a puñados de sol que suenan como invierno vitrificado.

En la ventana

Conversamos un café al borde de la ventana.

Un sol increible en una mañana fría de otoño. La primera mañana conciente de este otoño raro.

No podemos conversar de otra cosa que de la catástrofes a 8.8 Giga Tones sobre la superficie de la tierra.

Déjanos un rato más, un rato más para reventar de una vez esta mala racha de tierra en movimiento.

Mañana volveremos a la rueda de la ciudad y platicaremos otros temas menos relevantes.

Un minuto para que leas mi mensaje

Tengo un minuto para mi mensaje.

Extraterrestre complaciente que miras desde tu luna.

Sorry, tengo 52 segundo para mis visiones de marmol, salas de marmol brillantes como espejismos, como los que pinta Diego Maquéira.

Bon ami, plateados 43 segundos para convencerte de que estoy bien. Nada pasó y nada pasará despues del último cataclismo. C Á T A T E un C L I S M O a yo M I S M O.

Estúpido tiempo! estoy seguro que han girado mis coordenadas, pero no se bien hacia donde. En simple, estamos perdidos. 

Quedan 18 segundo y no encuentro el tira cordel de mi frenacaidas. Como estampilla bicentenaria quedará de mi en la estrecha cordillera de la costa.

Queda tres segunods y no voy a alcanzar a decirte lo que realmente pas…….

Carta sin respuesta

Estimado Dr. de Costa.

Soy un seguidor de la obra de Vicente Huidobro la cual desde mi juventud me ha alimentado de la energía, vitalidad y delirio que han sido la base de muchos de mis proyectos de vida. Incluso a la edad de 25 años pude leer su libro “En Pos de Huidobro” que aún conservo y vuelvo a visitar de forma constante.

Ahora me dirijo a usted con un halo de tristeza debido a una editorial que ha aparecido hoy en el diario “El Mercurio” http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2010/02/18/abrid-la-tumba.asp y que cuenta el estado de deterioro en que se encuentra la tumba del poeta en el balneario de Cartagena en nuestro país y que refleja en parte la poca presencia de la fundación Vicente Huidobro en nuestra sociedad.

– Ayer junto a mis hijos, quise visitar el lugar donde pasó sus últimos días y donde se encuentra su tumba, pero no encontramos el camino. Además de oculto el camino, el estado en que se encuentra este lugar según el Poeta Cristián Warnken es deplorable-. Luego con mi familia, pasamos por Las Cruces (casa de Parra) y terminamos en Isla Negra en la casa de Neruda lo que representan el otro extremo del cuidado del patrimonio de un poeta (por algún motivo oculto, aún no he podido comenzar la lectura de su poesía).

De regreso a Santiago me preguntaba como no va hacer posible revertir esta situación de deterioro patrimonial?.

He decidido escribirle a usted para ver si puede hacer algo al respecto. Creo que el solo hecho que un consejero internacional y de prestigio como usted de la alerta puede ayudar mucho en revertir esta situación.

Como le indicaba al principio de este e-mail, soy un seguidor de la obra de Huidobro y si este mensaje ayuda un poco a que ésta se conserve me sentiré muy contento.

Un cordial saludo

En el último recuerdo

No se cual fue la última sinapsis que me llevó a tu olvido.

Fueron flujos de agua caliente, irresponsables para tiempos climáticos extraños.

Ayer comimos frutos y pastos frescos arrancados a un paso de vuelta al mar.

Tan frescos, tan extensos que todavia siento el gusto a fotosíntesis correr en mi boca.

Al final construí nuestra libertad.

Pero no se cual fue la penultima sinapsis que me llevó al olvido.

Liviano

Facil de decir.

liviano.

Eco del fondo del mar que golpea a pulso interminable la ventana.

Fotosíntesis indiscreta: todo huele a fotosíntesis en este lugar.

Una onda en el horizonte:

Lo correcto trae el estres de las latitudes calientes.

La in-correcto trae el estres de las latitudes meridianas.

Pájaro agudo que cortas frutos secos en mi cocina, donde me has olvidado?

He visto mucha historia en pantallas LG colgadas de muros a concreto.

Ahora, se lo suficiente como para tener idea del número atómico que se inscribe en tus manos.

Liviano: así estoy girado sobre mi mismo.

Como largas luminarias de neón bajo un día de lluvia.

Sospecho

Sospecho de mi mismo y sobre todo de mis últimas indecisiones.

Sospecho de mi revolución ya que he caído en la maldita refrigeración de las ideas. Huelo a museo ideológico y a techo de palomas.
Sospecho que algo está dado vueltas y sigo con la obsesión de formar un conjunto folclórico.

Si a alguien debo echarle la culpa, son eso magos que otra vez han contaminado mi foresta!

Vengo del lujurio

Vengo del lujurio meridiano.

Ese que se engancha a la salida de las sabrosas fiestas desparentales.

Lujurio eclipsado de pasado perfecto, lleno de livianas conclusiones y lejos de epidemiales materias intelectuales.

Aquí les tiro parte de esta torta combulsionada de porquerias! De lujuriosas ideas sacadas de pasados en barrio provinciano!

A ratos inocente lujurio, lejos de si, muy lejos de la muerte perfecta en sus perfecciones de muerte.

A ratos, arrepentido lujurio lejos del intelectual cansancio invernal.
A ratos, epidémico lujurio sacado de horas en ecuaciones misteriosas que parafrecean mi memoria.

Poeta tuerto de las ideas! Ven a beber vino en vaso plástico a mi terraza!

Sientate un rato aquí a pasar las ideas, hasta que vomitemos juntos en macro ondas cerebrales!

Colgado

Colgado de la mano de un universo, como un aeroplano susoendido.

Sin infinito posible a mis pies y solo mirando los bosques que se encumbran frente a tardías estrellas.

Colgado de un gancho de planeta, a macro-grúa en metros muy cúbicos, como giroscopio ecuatorial que huele a fotosíntesis.

Sin infinito posible en la cabeza y cerrando los ojos al vértigo de edificios desplazados por el viento.

Llevo tres horas esperando mi redención, pero al parecer ya no se creen el cuento del chico del Titanic.

Óvalo de genes insospechados, cuadrados de neuronas inconexas, pirámidales construcciones fíbricas me agobian en la tarde!

Sigo colgado despues de las tres horas y ya no me creo en la paciencia recional, modesta y simple de tabaquiería de supermercado.

Nada personal es mi sospecha del próximo caído segundo, pero mis adversarios preparan el caldero vivo y no veo a más presas frescas que la mia propia.

Colgado en una elíptica operacional, dirijo mis flujos sodiacales hacia una nueva písta cuasi digital.

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