A la salida de clases se acercó un estudiante a preguntandome sobre la última prueba de cátedra.
Su conversación me parecía un poco nerviosa dada la nota que había
sacado: un generoso 4,1 lo cual considero bien puesto bajo mi
perspectiva de profesor exigente.
Luego, note que sus mejillas enrojecian al discutirme sobre la
definición de anisotropía espacial, cosa extraña y poco importane desde
mi perdida perspectiva académica de recambio contínuo de ideas.
De pronto, todo giró en 90° cuando el estudiante sacó de su bolsillo
una pistola creo que calibre 44 y tomó del pelo a Helena mi
ayudante, gritándome que ya la cortara con la anisotropía que lo único
que hacia era desarmanr su ya frágil entorno espiritual
isotrópico….plano y seguro.
En la desesperación y gritos de todo el mundo en el hall central de
la facultad, no sabía que hacer ni que pensar ni a donde mirar. El
tiempo se detuvo y con ello todo lo que arrastra a su alrededor y a su
continuo paso.
Yo, a gritos le decia que solo era una puta definición y que si
quería la olvidabamos ya que estaba lejos de ser lo más importante de mi
fome curso de “dinámicas estructurales de ecosistemas mediterráneos”.
No, no, no, gritaba mi alumno, bajo los chillidos histéricos
de Helena mi fiel ayudante. Que mi desgraciada definición lo tenia hasta
las masas, sin dormir hace tres meses y que la solución era que yo me
retractara públicamente o pagara con mi vida, ya que el no estaba
dispuesto a vivir con ese “ruido de decepsión en sus oido”.
Ok, ok, ok, le grite, por la misma puta calmate de una vez! (ya
se sentían a lo lejos las sirenas de la policia del campus que se
acercaban a controlar esta imagen Kafkeana del mes).
Luego de estas palabras, abrí muy despacio mi computador y escribí el siguiente mensaje a pedido de mi estudiante…
“Lo de la anisotropía es una huevada. El universo, las galaxias, los
planetas la tierra se configuran solo de forma anisotrópica, solo de
forma anisotrópica. Acto seguido, el mensaje se perdió en la infinita
lista de mis contactos…
Ya es un mes que estoy con licencia en mi casa y no quiero volver a pisar una sala de clases.
Los nuevos descubrimientos que terminan en tajantes postulados, ideas
y definiciones muchas veces sobrepasan las realidades de algunas
personas.
El paso de una idea a ideología o a doctrina es una verdadera
catástrofe y las personas muchas veces, están tontamente dispuestas a
dar la vida por sus ideas, dar la vida por sus ideologías o por sus
rígidas doctrinas.