Colgado de la mano de un universo, como un aeroplano susoendido.

Sin infinito posible a mis pies y solo mirando los bosques que se encumbran frente a tardías estrellas.

Colgado de un gancho de planeta, a macro-grúa en metros muy cúbicos, como giroscopio ecuatorial que huele a fotosíntesis.

Sin infinito posible en la cabeza y cerrando los ojos al vértigo de edificios desplazados por el viento.

Llevo tres horas esperando mi redención, pero al parecer ya no se creen el cuento del chico del Titanic.

Óvalo de genes insospechados, cuadrados de neuronas inconexas, pirámidales construcciones fíbricas me agobian en la tarde!

Sigo colgado despues de las tres horas y ya no me creo en la paciencia recional, modesta y simple de tabaquiería de supermercado.

Nada personal es mi sospecha del próximo caído segundo, pero mis adversarios preparan el caldero vivo y no veo a más presas frescas que la mia propia.

Colgado en una elíptica operacional, dirijo mis flujos sodiacales hacia una nueva písta cuasi digital.