Vienes tarde otra vez, como tren de carga

Month: June 2009

Recuperación de la memoria

No soy fanático de la pelota, ni de la cueca (que me patea el hígado) y el vino con Coca Cola (sí, el nunca bien ponderado ‘jote’) causa estragos en mi digestión. Quizás es más fácil partir así, definiendo lo que no soy o no me acomoda. Definición por negación, aunque multiplicando por menos uno no da el resultado apropiado.

Entre mis obsesiones están la lectura, entender la complejidad de modelos lineales mixtos, andar en bicicleta cuando hay buen tiempo, un buen solo de guitarra (como ‘Eruption’, que escupen los audífonos en este momento), capturar imágenes y torcer tradiciones. ¿Ves? Nada muy personal; uno puede escribir miles de palabras sin mencionar el nombre de la mascota o mi café favorito.

Pero el tema de hoy es la memoria. ¿Cuánto puede uno crecer sin aceptar la memoria? Personalmente puedo negar lo que pasó (o no) pero igual ocurrió. No estoy hablando de nada en particular, sino que de X. Si X sucedió, X es parte de mi memoria. Como país ignoramos a conveniencia: matamos a los Selk’nam y pagamos por oreja; torturamos a ese tipo que camina ahí, por la vereda del frente, que insiste en que las empanadas no quedan bien con horno eléctrico; vendemos aire envenenado de Mayo a Septiembre, especialmente a los que menos tienen para pagar.

De repente hay una voz. Y nos quedamos en silencio. Una y otra vez.

¿Qué pasaría si no pudieramos olvidar? ¿Sería (in)tolerable? Entre mis obsesiones también está la memoria, o falta de ella, y cómo afecta lo que pensamos y sentimos y hacemos. El lenguaje de la memoria, el lenguaje de la negación. Noooo. ¿Cuándo? El uso del reflexivo: se cayó, se quebró, se murió. La incoherencia de la memoria selectiva.

Mea culpa. Quiero recordar. Absolve, Domine, por la falta de memoria.

De ideología y doctrinas

A la salida de clases se acercó un estudiante a preguntandome sobre la última prueba de cátedra.

Su conversación me parecía un poco nerviosa dada la nota que había sacado: un generoso 4,1 lo cual considero bien puesto bajo mi perspectiva de profesor exigente.

Luego, note que sus mejillas enrojecian al discutirme sobre la definición de anisotropía espacial, cosa extraña y poco importane desde mi perdida perspectiva académica de recambio contínuo de ideas.

De pronto, todo giró en 90° cuando el estudiante sacó de su bolsillo una pistola creo que calibre 44 y tomó del pelo a Helena mi ayudante, gritándome que ya la cortara con la anisotropía que lo único que hacia era desarmanr su ya frágil entorno espiritual isotrópico….plano y seguro.

En la desesperación y gritos de todo el mundo en el hall central de la facultad, no sabía que hacer ni que pensar ni a donde mirar. El tiempo se detuvo y con ello todo lo que arrastra a su alrededor y a su continuo paso.

Yo,  a gritos le decia que solo era una puta definición y que si quería la olvidabamos ya que estaba lejos de ser lo más importante de mi fome curso de “dinámicas estructurales de ecosistemas mediterráneos”.

No, no, no, gritaba mi alumno, bajo los chillidos histéricos de Helena mi fiel ayudante. Que mi desgraciada definición lo tenia hasta las masas, sin dormir hace tres meses y que la solución era que yo me retractara públicamente o pagara con mi vida, ya que el no estaba dispuesto a vivir con ese “ruido de decepsión en sus oido”.

Ok, ok, ok, le grite, por la misma puta calmate de una vez! (ya se sentían a lo lejos las sirenas de la policia del campus que se acercaban a controlar esta imagen Kafkeana del mes).

Luego de estas palabras, abrí muy despacio mi computador y escribí el siguiente mensaje a pedido de mi estudiante…

“Lo de la anisotropía es una huevada. El universo, las galaxias, los planetas la tierra se configuran solo de forma anisotrópica, solo de forma anisotrópica. Acto seguido, el mensaje se perdió en la infinita lista de mis contactos…

Ya es un mes que estoy con licencia en mi casa y no quiero volver a pisar una sala de clases.

Los nuevos descubrimientos que terminan en tajantes postulados, ideas y definiciones muchas veces sobrepasan las realidades de algunas personas.

El paso de una idea a ideología o a doctrina es una verdadera catástrofe y las personas muchas veces, están tontamente dispuestas a dar la vida por sus ideas, dar la vida por sus ideologías o por sus rígidas doctrinas.

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