Vienes tarde otra vez, como tren de carga

Ciudad de las conversaciones

Son las 9 p.m. después de una semana de 38°C de calor continuo.

La gente sale de sus escondites, de las tiendas y oficinas para sentarse al borde de las veredas a conversa.

Son millones de palabras por minuto y miles de litros de cerveza, tinto de verano y mostos de La Rioja que corren entre mesa y mesa.

¿Que se dirán en cada tarde que se encuentran? ¿Una ultra derecha que se avecina?,¿ las energías no convencionales que no alcanzan?, ¿Rosalía mañana en el teatro Cana?l.

Las últimas noticias sobre los bosques de América inquietan a ecologistas destacados. Pero jóvenes salen a correr 10k bajo el calor para desafiar al cambio climático que asecha.

La maquina cibernética y la inteligencia artificial serán la solución a este inadecuado problema que nos dejaron, que es nuestro presente.

Ahora estoy sentado mirando mi teléfono como si conversara algo interesante con un amigo en NZ colgado por hilos de un ciber-espacio. Hablo sobre el acto de protesta por errores no forzados que se cometen en el museo de América.

América fue el oro por 300 años. Ahora atiende mesas en restaurantes, lleva el pedido en bicicleta eléctrica y se sirve como ingrediente en platos de olvidado origen.

Sigo atento el dialogo de miles de voces que zumban como panal de abejas en plena primavera. Todas buscando a su reina ya que no sabrían vivir si ella.

No logro oír nada. No quiero oír nada. Aquí los cotidianos ocurren en conversaciones al igual que en nuestras villas, donde despertamos y vivimos los días pensando que mañana seremos diferentes.

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1 Comment

  1. Luis

    Palta y tomates americanos para balancear la cerveza. Y qué calor!

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