Durante una hora hay que colgarse de algo, afirmarse para que la mente no divague y se transporte a lugares oscuros. La música es lo más fácil como ancla. Así en cada sesión paso un papelito con el nombre de un disco, para que sea mi centro universal. Lo buscan en Spotify y ya, suena por los audífonos que cubren el ruido de partículas.
Sesión 1: Vrioon de Alva Noto y Ryuichi Sakamoto
Sesión 2: Familiar Places de Little North
Sesión 3: Finding Seagulls de Little North
Sesión 4: The Blue Notebooks de Max Richter
Sesión 5: Viaje por la Cresta del Mundo de Congreso. Este es el mejor album chileno de los últimos 50 años.
Cada sesión sigue la misma estructura: resonancia magnética – media hora de silencio mientras los físicos hacen cálculos cósmicos – quince minutos de radiación ensordecedora. Termina y es ir al baño, cambiarse de ropa y salir de un hospital como si nada sucediera en el mundo.