Sin pensarlo ni pedirlo me he convertido en guardián de sueños inconclusos.

De vidas hoy inocentes que en tiempos muy remotos forjaron nuestra niñez y la juventud.

Guardián de espacios desconocidos, de recuerdos y respiraciones que corren al borde de esta vida.

Nunca se sabe cual es el rol que tendrás que tomar después de una muerte definitiva.

Nunca se sabe si tendrás que tomar el timón en tiempos de océanos tranquilos o de tormentas desconocidas.

Una siesta a la orilla de la foresta pesa más que un aullido de lobo bojo una luna llena en el matorral.

13-11-2022