Vienes tarde otra vez, como tren de carga

Month: February 2010

¿Qué es cierto?

Hubo un tiempo en que la imagen era la realidad. Bueno, al menos que uno fuera purgado por alguna dictadura a la Stalin, en que alguien se daba el trabajo de retocar “cuidadosamente” para borrar toda huella de alguna fotografía oficial. Otros intentos igual de atorrantes fueron fotos retocadas de la candidatura de Alessandri, ahí, en el año del ñauca.

Qué darían esos retocadores de otrora por tener la tecnología de hoy:

Creando explosiones de barcos inexistentes, personajes a medio congelar en un estudio en LA. ¿Cuál parte es cierta en esta película? ¿Son esos árboles reales? ¿Los automóviles, los pájaros? ¿Cuánto tiempo falta para que los actores sean totalmente digitales y no los podamos diferenciar de un humano?

¿Qué pasaría si eliminaramos todas las copias de una foto y la reemplazaramos con una realidad recreada, sin que fuera posible ver la diferencia? La foto original no existe, nunca pasó.

Un día las imágenes van a escapar del cine y vamos a tener ‘realidad’ manipulada al instante. Una vida de telones verdes constantes. Entonces nos vamos a preguntar ¿qué es cierto?

Contracarta

Las ideas no mueren; las palabras a veces sí, a veces no. Los cuerpos cansados siempre fenecen: cada día vivimos un poco y morimos un día a la vez.

En este universo entrópico tratamos de aferrarnos a una instantánea. ¡Flick! y Vicente es eterno. ¡Flick! Juan Luis Martínez. ¡Flick! Jorge Teillier es capturado escribiendo poemas mientras empina el codo. ¡Flick! Y ya se fueron, dejando palabras que nosotros cuidamos como hueso de santo.

¿Qué cuidamos cuando atesoramos las palabras?

Sonidos, ideas, momentos. Intangibles, conexiones neuronales. Té con pan tostado con palta y un libro manchado por accidente. Ropa húmeda por la lluvia: no nos dimos cuenta mientras leíamos.

No fosas vacías, flores secas, cruces chuecas por el viento marino. No la ausencia de familiares cercanos. Esos son parte del capullo de Vicente, lo que dejó atrás cuando paso a nuestra imaginada eternidad.

Antes de ayer caminaba por un pasillo del departamento de ‘Modern Languages’ en un intento de hablar con un tutor de japonés. De repente un retrato me miró desde una puerta: Huidobro dibujado por Picasso. Nueve mil kilómetros y tanto de recuerdo. Su tesoro nos asalta desde las puertas.

Cuando sea mi día quiero que me transformen en cenizas. Algún voluntario se orientará desde donde viene el viento—para evitar accidentes desgraciados—y liberará mis moléculas. Ojalá que en un bosque (no pino radiata, por favor), o en un río. Y así coy a estar en todas partes, una molécula a la vez.

Carta sin respuesta

Estimado Dr. de Costa.

Soy un seguidor de la obra de Vicente Huidobro la cual desde mi juventud me ha alimentado de la energía, vitalidad y delirio que han sido la base de muchos de mis proyectos de vida. Incluso a la edad de 25 años pude leer su libro “En Pos de Huidobro” que aún conservo y vuelvo a visitar de forma constante.

Ahora me dirijo a usted con un halo de tristeza debido a una editorial que ha aparecido hoy en el diario “El Mercurio” http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2010/02/18/abrid-la-tumba.asp y que cuenta el estado de deterioro en que se encuentra la tumba del poeta en el balneario de Cartagena en nuestro país y que refleja en parte la poca presencia de la fundación Vicente Huidobro en nuestra sociedad.

– Ayer junto a mis hijos, quise visitar el lugar donde pasó sus últimos días y donde se encuentra su tumba, pero no encontramos el camino. Además de oculto el camino, el estado en que se encuentra este lugar según el Poeta Cristián Warnken es deplorable-. Luego con mi familia, pasamos por Las Cruces (casa de Parra) y terminamos en Isla Negra en la casa de Neruda lo que representan el otro extremo del cuidado del patrimonio de un poeta (por algún motivo oculto, aún no he podido comenzar la lectura de su poesía).

De regreso a Santiago me preguntaba como no va hacer posible revertir esta situación de deterioro patrimonial?.

He decidido escribirle a usted para ver si puede hacer algo al respecto. Creo que el solo hecho que un consejero internacional y de prestigio como usted de la alerta puede ayudar mucho en revertir esta situación.

Como le indicaba al principio de este e-mail, soy un seguidor de la obra de Huidobro y si este mensaje ayuda un poco a que ésta se conserve me sentiré muy contento.

Un cordial saludo

En el último recuerdo

No se cual fue la última sinapsis que me llevó a tu olvido.

Fueron flujos de agua caliente, irresponsables para tiempos climáticos extraños.

Ayer comimos frutos y pastos frescos arrancados a un paso de vuelta al mar.

Tan frescos, tan extensos que todavia siento el gusto a fotosíntesis correr en mi boca.

Al final construí nuestra libertad.

Pero no se cual fue la penultima sinapsis que me llevó al olvido.

Liviano

Facil de decir.

liviano.

Eco del fondo del mar que golpea a pulso interminable la ventana.

Fotosíntesis indiscreta: todo huele a fotosíntesis en este lugar.

Una onda en el horizonte:

Lo correcto trae el estres de las latitudes calientes.

La in-correcto trae el estres de las latitudes meridianas.

Pájaro agudo que cortas frutos secos en mi cocina, donde me has olvidado?

He visto mucha historia en pantallas LG colgadas de muros a concreto.

Ahora, se lo suficiente como para tener idea del número atómico que se inscribe en tus manos.

Liviano: así estoy girado sobre mi mismo.

Como largas luminarias de neón bajo un día de lluvia.

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