Un tren corre rápido a estrellarse en lo profundo del paisaje del sur.

Como un cometa que cae sobre un planeta, pero que en realidad gira anudado a un costado del sol.

Un giroscopio electrónico ayuda a mantener la ruta a los albatros cibernéticos. Han cambiado sus antiguas brújulas por excéntricos sistemas glonas, magellans o galileos de localización.

– Se pierde el humo de las fumarolas conocidas con el de las industrias y panaderías a carbón.

– Se desviven los fanáticos ecologistas en refundir viejos televisores y botellas plásticas en bosques a elevaciones soberbias.

La intersección del paisaje, llega en una declinación del día hacia un nuevo orden dado por la noche.