Vienes tarde otra vez, como tren de carga

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Dilatación del paisaje

Cuando la cobertura vegetal se expresa en retirada podemos hablar de una dilatación del paisaje.

  • Se descompone la luz de los espejos en cuatro puntos ordinales
  • Se contrae el calor de las veredas bajo una diagonal convexa
  • Se desdibuja la topografía de montaña como en un filtrado a muchos espectros.

La última ves que ocurrió una dilatación del paisaje tres efectos continuos fueron percibidos.

  • Incertidumbre colectiva como año bicentenario
  • Ideas de nuevos paradigmas, salvaciones que fluyen suavemente hacia dogmas
  • Deslumbramiento del color de las hojas en verano como grito de rayo ultravioleta indecible sobre la piel

Bajo la última dilatación del paisaje

  • Yo dormía siesta bajo un árbol a sombra de hojas dendro-majestuosas. Carros alegóricos pasaban fuerte a internarse en el desierto
  • Yo desperté en distorsión de cuerpo cincuentenario. No quise correr más ya que me aburren el mirar de las mismas calles.
  • Yo no supe que ver. Solo se me ocurrió dejar estas líneas frente al muro de nuestro electro lamento

Bajo la dilatación de paisaje, donde estabas tu viviendo?

Mujeres: una visión antropológica en Google Suggest

En un momento de aburrimiento, fui al sitio de Google de todos los países hispanoparlantes anotando las tres primeras palabras que eran sugeridos cuando uno escribía “mujeres”:

  1. Argentina: sin ropa, hermosas, asesinas.
  2. Bolivia: desesperadas, sin ropa, bolivianas.
  3. Chile: ricas, rusas, sin ropa.
  4. Colombia: sin ropa, prepago, lindas.
  5. Costa Rica: ricas, del 2000, en hilo.
  6. Cuba: bellas, en cuba, en ropa interior.
  7. Ecuador: ricas, en hilo, colombianas.
  8. España: y hombres y viceversa, y hombres, hombres y viceversa.
  9. Guatemala: ricas, en ropa interior, sin ropa.
  10. Honduras: ricas, en hilo, sin ropa.
  11. México: asesinas 3, asesinas, sin ropa.
  12. Nicaragua: y hombres y viceversa, y hombres, hombres y viceversa.
  13. Panamá: panameñas, solteras, sin ropa.
  14. Paraguay: paraguayas, sin ropa, hermosas.
  15. Perú: en hilo dental, sin ropa, hermosas.
  16. República Dominicana: de figueroa agosto, en bikini, sin ropa.
  17. Uruguay: sin ropa, en ropa interior, hermosas.
  18. Venezuela: sin ropa, en hilo, venezolanas.

Prioridades.

Corto metraje (o reporte sobre la vía al Este)

Todavía hay restos de fotosíntesis sobre el pasto.

Todavía huele a infrarojo sobre las hojas y las verduras de la mesa.

La parada de los tiempos se ha retrasado debido a un mal manejo de las piedras y de las ondas sobre el mar.

Me dijiste construye algo interesante. Y yo derivé el planeta hacia fotosíntesis lejanas enredadas hacia el fondo de micro sistemas digitales.

Me pediste que creara algo como un lenguaje. Y saqué del fondo de las piedras números irracionales para acompañar los paisajes primitivos y aquellos más complejos que ya tienes seleccionados sobre tu mesa.

Por que no hacemos volar algo -me propusiste como en sueño- y fueron los aero-yets lo que me dió placer poder mostrarte.

Tan agotado estás? Si, ya que todo lo que hago por ti lo envío al extremo de las energías conocidas.

Gracias! -me dijiste – y  seguiste jugando  en el patio, con ese giro solar incansable que llevas por dentro.

En el viaje

Flamante en la calle viajando a 50 k x h.

A puerto seguro me digo.

De pronto un camión sale de no se donde.

Se incrusta en mi parabrisas.

Se infla el AirBag y no re cuerdo mucho más.

Al salir te dije que me iría despacio para llegar a puerto seguro.

Nada que hacer con estos malditos idiotas protegidos por sus corazas de bondad!
A 8.000 km por día, neuropathist
por oche. Mirando pasar otros bosques, otros pájaros, otra luz, otros paisajes.

A 8.000 bits por segundo, suspendido en el aire o sobre rieles de carbono.

Nada es extraño aquí y el viaje a ratos se vuelve placentero ya que no eres un extraño.

Cuantos días, años o siglos me llevó controlar la incertidumbre, ese caos que esconde un orden milenario bajo cada momento de siesta!

Asi va la vida aquí. Con otro frío con otro ángulo solar, otro saludo de mañana, otro café y dulsor del azucar.

Como les dije, nada extraño pero sobre todo extremadamente planetario. 

En la ventana

Conversamos un café al borde de la ventana.

Un sol increible en una mañana fría de otoño. La primera mañana conciente de este otoño raro.

No podemos conversar de otra cosa que de la catástrofes a 8.8 Giga Tones sobre la superficie de la tierra.

Déjanos un rato más, un rato más para reventar de una vez esta mala racha de tierra en movimiento.

Mañana volveremos a la rueda de la ciudad y platicaremos otros temas menos relevantes.

Contracarta

Las ideas no mueren; las palabras a veces sí, a veces no. Los cuerpos cansados siempre fenecen: cada día vivimos un poco y morimos un día a la vez.

En este universo entrópico tratamos de aferrarnos a una instantánea. ¡Flick! y Vicente es eterno. ¡Flick! Juan Luis Martínez. ¡Flick! Jorge Teillier es capturado escribiendo poemas mientras empina el codo. ¡Flick! Y ya se fueron, dejando palabras que nosotros cuidamos como hueso de santo.

¿Qué cuidamos cuando atesoramos las palabras?

Sonidos, ideas, momentos. Intangibles, conexiones neuronales. Té con pan tostado con palta y un libro manchado por accidente. Ropa húmeda por la lluvia: no nos dimos cuenta mientras leíamos.

No fosas vacías, flores secas, cruces chuecas por el viento marino. No la ausencia de familiares cercanos. Esos son parte del capullo de Vicente, lo que dejó atrás cuando paso a nuestra imaginada eternidad.

Antes de ayer caminaba por un pasillo del departamento de ‘Modern Languages’ en un intento de hablar con un tutor de japonés. De repente un retrato me miró desde una puerta: Huidobro dibujado por Picasso. Nueve mil kilómetros y tanto de recuerdo. Su tesoro nos asalta desde las puertas.

Cuando sea mi día quiero que me transformen en cenizas. Algún voluntario se orientará desde donde viene el viento—para evitar accidentes desgraciados—y liberará mis moléculas. Ojalá que en un bosque (no pino radiata, por favor), o en un río. Y así coy a estar en todas partes, una molécula a la vez.

Carta sin respuesta

Estimado Dr. de Costa.

Soy un seguidor de la obra de Vicente Huidobro la cual desde mi juventud me ha alimentado de la energía, vitalidad y delirio que han sido la base de muchos de mis proyectos de vida. Incluso a la edad de 25 años pude leer su libro “En Pos de Huidobro” que aún conservo y vuelvo a visitar de forma constante.

Ahora me dirijo a usted con un halo de tristeza debido a una editorial que ha aparecido hoy en el diario “El Mercurio” http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2010/02/18/abrid-la-tumba.asp y que cuenta el estado de deterioro en que se encuentra la tumba del poeta en el balneario de Cartagena en nuestro país y que refleja en parte la poca presencia de la fundación Vicente Huidobro en nuestra sociedad.

– Ayer junto a mis hijos, quise visitar el lugar donde pasó sus últimos días y donde se encuentra su tumba, pero no encontramos el camino. Además de oculto el camino, el estado en que se encuentra este lugar según el Poeta Cristián Warnken es deplorable-. Luego con mi familia, pasamos por Las Cruces (casa de Parra) y terminamos en Isla Negra en la casa de Neruda lo que representan el otro extremo del cuidado del patrimonio de un poeta (por algún motivo oculto, aún no he podido comenzar la lectura de su poesía).

De regreso a Santiago me preguntaba como no va hacer posible revertir esta situación de deterioro patrimonial?.

He decidido escribirle a usted para ver si puede hacer algo al respecto. Creo que el solo hecho que un consejero internacional y de prestigio como usted de la alerta puede ayudar mucho en revertir esta situación.

Como le indicaba al principio de este e-mail, soy un seguidor de la obra de Huidobro y si este mensaje ayuda un poco a que ésta se conserve me sentiré muy contento.

Un cordial saludo

En el último recuerdo

No se cual fue la última sinapsis que me llevó a tu olvido.

Fueron flujos de agua caliente, irresponsables para tiempos climáticos extraños.

Ayer comimos frutos y pastos frescos arrancados a un paso de vuelta al mar.

Tan frescos, tan extensos que todavia siento el gusto a fotosíntesis correr en mi boca.

Al final construí nuestra libertad.

Pero no se cual fue la penultima sinapsis que me llevó al olvido.

Sospecho

Sospecho de mi mismo y sobre todo de mis últimas indecisiones.

Sospecho de mi revolución ya que he caído en la maldita refrigeración de las ideas. Huelo a museo ideológico y a techo de palomas.
Sospecho que algo está dado vueltas y sigo con la obsesión de formar un conjunto folclórico.

Si a alguien debo echarle la culpa, son eso magos que otra vez han contaminado mi foresta!

Vengo del lujurio

Vengo del lujurio meridiano.

Ese que se engancha a la salida de las sabrosas fiestas desparentales.

Lujurio eclipsado de pasado perfecto, lleno de livianas conclusiones y lejos de epidemiales materias intelectuales.

Aquí les tiro parte de esta torta combulsionada de porquerias! De lujuriosas ideas sacadas de pasados en barrio provinciano!

A ratos inocente lujurio, lejos de si, muy lejos de la muerte perfecta en sus perfecciones de muerte.

A ratos, arrepentido lujurio lejos del intelectual cansancio invernal.
A ratos, epidémico lujurio sacado de horas en ecuaciones misteriosas que parafrecean mi memoria.

Poeta tuerto de las ideas! Ven a beber vino en vaso plástico a mi terraza!

Sientate un rato aquí a pasar las ideas, hasta que vomitemos juntos en macro ondas cerebrales!

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