Pasamos de la pobreza a la extrema riqueza.

Del beso amargo en la mejilla a los abrazos eufóricos de un partido de futbol.

Del humo maderero a los ciber reactores de energía biónica.

Bosque desocupado  –> suelo ocupado a fibra óptica.

Música en bits –> paradoja cibernética al derecho de autor.

Pasamos del ayer al más ayer.

Del más ayer al pretérito incertidumbre del futuro próximo.

Vaciamos las calles de árboles  y llenamos las avenidas de paneles de propaganda.

Crecemos edificios borrando con el pié las góticas medias aguas mediterráneas.

Crecemos ciudades hacia los extremos dejando los centro cada vez más perforados.

La lavanda da perfume a plástico reciclado.

El tarro de basura huele a frutillas recicladas.

Nada especial mis amigos.

Solo la sociedad en su elástica onda de sobrevivencia, de ida y vuelta, de ida y vuelta.