No se por que me obseciona la idea de saber sobre el tiempo. En un museo de arte en NY o al medio de una iglesia gótica en Milán saco mi celular y me pregunto ¿que hora es?

Rápidamente giro mis cordenadas y en un calculo mental instantáneo pienso que en el sur están despertando al día o sirviendo la última cena antes del match de futbol en un punto desconocido del continente.

No se por que al despetar en la mañana justo antes de que suene el despertador me pregunto ¿que hora es? como si el tiempo fuese la condición para decidir si hoy saldré a la calle vivo o muerto.

Algo a pasado en la historia con el tiempo que está escrito y que no lo hemos podido leer a pesar de las vueltas dadas a la misma manza. Algo que dice que el tiempo no existe y que solo es una questión de relojeros.