Sospecho de mi mismo y sobre todo de mis últimas indecisiones.

Sospecho de mi revolución ya que he caído en la maldita refrigeración de las ideas. Huelo a museo ideológico y a techo de palomas.
Sospecho que algo está dado vueltas y sigo con la obsesión de formar un conjunto folclórico.

Si a alguien debo echarle la culpa, son eso magos que otra vez han contaminado mi foresta!