By Marcelo Miranda

Es domingo y ya preparo la idea de ir a almorzar bajo un invierno que no tuvinos y una primavera que se niega a partir.

Hoy el jardin me llamó a visitarlo y a ayudarle a configurarse como si la primavera exitiese en la memoria de un olvido recurrente.

Parece un domingo tranquilo pero en el fondo tras de mi los árboles, los bosques en la cordillera se secan y yo no puedo hacer mucho por ello desde aquí.

Cuesta entender y no tengo lenguaje para expresar lo que nos está pasando hoy bajo esta incertidumbre de tiempo, clima, de la sociedad vida.

Ahora parto a la feria a buscar frutas de un inviernos que no existió y frutas de una primavera que no llegará, forzando al máximo la existencia para una posible estabilidad.

Estabilidad efimera como los árboles que se secan atras de mi en una cordillera que parece ir en retirada.