La conversa es intrínseca a la existencia.
A veces es parodia,
un chiste de doble sentido.
Otras es profunda,
acordando lo trascendente o dividiendo
el mundo en pedazos irreconciliables.
La conversa es verbo,
es tiña descuidada por harto tiempo,
barrido ajeno que no levanta el polvo.
Adjetiva, abúlica y cansada
enorme, poderosa como héroes
y heroinas de tira cómica.
La conversa son cabezas de pescado
que dan sentido a todo.